Otro post que llega con retraso. El segundo fin de semana de octubre fue acción de gracias, así que como teníamos el lunes libre, Marcos, Cris y yo decidimos irnos de turisteo a Toronto y Niágara.

En Toronto también hay oficina comercial, y también hay becarios. Desgraciadamente en 6 meses de master ni Cris ni yo habíamos conocido a ninguno de los dos que estaban allí. Pero como nuestro descaro no tiene límite, decidimos llamarlos y decirles si les importaba que ocupáramos sus casas durante el fin de semana. Han sido supermajos y nos han dicho que sí, que ningún problema.

Solucionado el tema del alojamiento, había que buscar el transporte. Lo mejor para viajar, sin duda, hubiera sido alquilar un coche. Pero parece ser que en acción de gracias todo el mundo piensa que lo mejor para viajar es alquilar un coche, porque no hemos encontrado ninguno disponible en todo Ottawa. Así que finalmente hemos ido en autobús. El viaje no se hace demasiado largo, unas 5 horas, con un paisaje bastante agradable de fondo.

Estamos hechos unos turistas

Estamos hechos unos turistas

La primera noche en Toronto no hicimos gran cosa. Como era viernes, el cansancio de la semana se sumaba al cansancio del viaje, por lo que nos fuimos a tomar unas cervezas y a la cama. A la mañana siguiente hicimos una ruta turística por la ciudad guiados por Miguel, uno de los becarios de Toronto. La verdad es que la primera impresión de Toronto ha sido muy positiva. Aquí sí que aplica el concepto de ciudad, a diferencia de Ottawa que sería más bien una aldea. Los principales puntos de interés del itinerario han sido:

La universidad de Toronto y aledaños. Bastante chulo, con sus parques, sus ardillas y unos edificios universitarios arquitectónicamente muy bonitos.

Uno de los edificios cerca de la zona universitaria

Uno de los edificios cerca de la zona universitaria

El lago. La verdad es que el lago, en mi opinión, le da mucha clase a la ciudad. En realidad, a simple vista cuesta diferenciarlo del mar, porque en el horizonte no se ve más allá del lago.

Lo que se ve al fondo es una islilla eh, no es el otro lado

Lo que se ve al fondo es una islilla eh, no es el otro lado

Chinatown. Por un momento he creído que estaba de nuevo en Pekín. Ambiente totalmente chino y sensación de inmersión total.

¿Pero esto no es China?

¿Pero esto no es China?

Estaban vivos vivos

Estaban vivos vivos

Kensington market. Me ha gustado mucho. Aquí no hay rascacielos, y te da la sensación de estar en otra ciudad. Un sitio muy tranquilo, que seguro se agradece cuando te hartas del bullicio y de la ciudad.

Ronaldinho ya no juega en el Barça, la noticia no ha llegado a Canadá

Ronaldinho ya no juega en el Barça, la noticia no ha llegado a Canadá

Tras el itinerario, comida en casa de Isabel, la becaria de informática de Toronto. Tortilla española!!! El tema de la comida canadiense creo que bien se merece un post aparte.

Por desgracia, no hay foto de la tortilla, solo de algunos comensales.

Por desgracia, no hay foto de la tortilla, solo de algunos comensales.

Esa noche fuimos a cenar a un cubano, el Mambo Lounge. Comida muy rica, y música en directo para darle a las maracas. Y precisamente como unas maracas acabamos mis sufridos compañeros y yo, tras descubrir el encanto de los cocktails del bar.

Me encanta cenar con cocktail

Me encanta cenar con cocktails

La fiesta de después no tuvo desperdicio. ¿Otro cocktail?

La fiesta de después no tuvo desperdicio. ¿Otro cocktail?

A la mañana siguiente, con un poquito de resaca pero bastante buen humor, Marcos, Cris y yo emprendimos el viaje a Niágara en autobús. En menos de dos horas se llega, así que no fue muy pesado. Tuvimos un tiempo estupendo, y a todos nos gustaron mucho las cataratas. El río Niágara separa a Canadá de EEUU, por lo que las cataratas pueden ser vistas desde ambos países. Nosotros sólo hemos estado en la parte canadiense, porque nuestros pasaportes estaban secuestrados por los de exteriores de Canadá. En un futuro viaje, me gustaría visitar también la parte estadounidense, porque he visto un par de miradores que parecían espectaculares.

Montamos en un barco que nos acercó a las cataratas, y la verdad es que merece la pena. Desde cerca se tiene una panorámica más espectacular si cabe del torrente de agua, y con todo el agua en suspensión se puede ver el arco iris. El problema es que te mojas, pero para subsanarlo te dan un chubasquero según subes al barco.

Persectiva general de las cataratas

Persectiva general de las cataratas

Parece que no pero moja.

Parece que no pero moja

Vista de una de las cataratas desde el barco

Vista de una de las cataratas desde el barco

Con todo el agua en suspensión y con el sol pudimos ver el arco iris

Con todo el agua en suspensión y con el sol pudimos ver el arco iris

Nada más interesante ese día. Regresamos a Toronto, cenamos en Chinatown, hicimos un poco el capullo en casa y nos acostamos.

El lunes fuimos a la CN Tower, que es la construcción más alta de Toronto (cuando fue construída era de hecho la más alta del mundo). Espectaculares vistas de la ciudad, en serio, y visita obligada para el que se pase por Toronto.

El downtown desde la CN Tower

El downtown desde la CN Tower

A la gente le daba miedo ponerse sobre a la zona de metacrilato. A mi me ha gustado.

A la gente le daba miedo ponerse sobre a la zona de metacrilato. A mí me ha gustado.

Y bueno, el fin de semana de tres días no dio para mucho más, porque el lunes ya nos volvimos a Ottawa.

Si os fijáis falta el 13

Si os fijáis falta el 13

Hasta otro post.

Keep in touch.